Castillo de Shobak

La ubicación estratégica de la fortaleza le otorgaba el poder de proporcionar los permisos de paso para los peregrinos y las caravanas, obteniendo el control del comercio de la zona.

El Castillo de Shobak aguantó la compostura durante años repeliendo los ataques del ejército de Saladino, hasta que en el año 1189 ya no pudo resistir más y sucumbió tras una batalla que se prolongó durante 18 meses.

En el siglo XIV el castillo fue ocupado por los mamelucos, quienes se dedicaron a construir sobre la mayor parte de los edificios de los cruzados haciéndolos desaparecer prácticamente.

Qué ver en el Castillo de Shobak

En la actualidad el castillo de Shobak está en ruinas, pero añadiendo imaginación a la visita, aún se pueden intuir diferentes estancias entre las torres y muros deconstruidos que dan fe de sus tiempos de gloria.

Junto a la entrada se encuentra el que fuera el mayor de los tesoros del Castillo de Shobak, un pozo conectado con un manantial que proveía de agua a sus habitantes durante los tiempos de guerra.

Si queréis descubrir los rincones más recónditos del Castillo de Shobak, en la puerta podéis contratar un guía por 10 JD (14,10 US$).

El Castillo de Shobak aún cuenta con numerosos tesoros inexplorados, por lo que se espera que en el futuro se abran al público algunas de las estancias que actualmente se encuentran abandonadas.

Al estar prácticamente en ruinas, no incluiríamos el Castillo de Shobak entre las visitas imprescindibles de Jordania, pero suele estar incluido en los circuitos que recorren la zona para visitar lugares como Petra o Wadi Rum.

Cómo llegar al Castillo de Shobak

La forma más común de llegar al Castillo de Shobak es haciendo una excursión o bien como parte de un circuito por Jordania.

Si tenéis pensado alquilar un coche en Jordania, el Castillo de Shobak se encuentra localizado en el suroeste de Jordania, a unos 200 kilómetros de Ammán.